lunes, 14 de febrero de 2011

EL DESARROLLO INDUSTRIAL: INVENTOS, DESCUBRIMIENTOS Y NUEVAS FORMAS DE TRABAJAR


            En 1769 James Watt, mecánico y fabricante de instrumentos para laboratorios,  patentó en la ciudad de Birmingham, Inglaterra, la llamada máquina a vapor. Esta invención se toma, simbólicamente, como el inicio de la Revolución Industrial. En realidad lo que hizo Watt fue perfeccionar una máquina que había sido creada y modificada por otros hacía tiempo. Una de las máquinas llamadas “atmosféricas”, que se usaban para extraer el agua que inundaba las minas de carbón le fue llevada a Watt para ser reparada. Watt analizó el mecanismo de funcionamiento y lo mejoró. Esto fue lo que patentó y luego consiguió un socio que puso el dinero necesario para comenzar a construir esas máquinas cuyo uso se difundió rápidamente.
            Este invento permitió la mecanización industrial (maquinismo). La máquina proporcionaba la energía necesaria para producir, sustituyendo a la energía natural (viento, corrientes de aguas) y a la de los animales y el hombre. La fuerza del vapor ponía en movimiento bielas, pistones, poleas, etc y se podía aplicar a todo aquello que fuera necesario poner en movimiento; es decir que el calor se transformaba en energía cinética. Una máquina a vapor podía servir para desagotar minas, pero también para mover telares o poner en movimiento vagones. A partir de esta aplicación el mundo se transformó rápidamente con una serie de cambios encadenados unos con otros. Cada invento o adelanto técnico que se obtenía servía para generar otros; a veces en forma deliberada y a veces en forma imprevista. En muchas ocasiones los cambios técnicos introducidos solucionaban una dificultad pero creaban otra y era necesario encontrar una nueva solución lo que motivaba una búsqueda permanente. Además el incentivo económico (aumentar la ganancia aumentando las ventas o ahorrando en los costos de producción) fomentó en los empresarios el interés por la técnica y la investigación científica. La ciencia se puso al servicio de la industria y se comenzó a estudiar para encontrar mejores productos, mayor calidad en las telas o los colores, mejor rendimiento del combustible, metales más resistentes, mayor duración de los alimentos, mayor eficacia en las armas, etc.

            INDUSTRIA TEXTIL
            Fue la primera en recibir las consecuencias de la mecanización. La sustitución de la lana por el algodón aumentó la demanda de la vestimenta porque era más barato. En Inglaterra se importaban telas de algodón fabricadas en la India (los calicós), pero los fabricantes de telas en Inglaterra lograron que se prohibiera la importación de esas telas y se comenzó a importar el algodón para trabajarlo con mano de obra inglesa.
            La lana constituyó durante muchos siglos la materia prima de los tejidos ingleses; en el siglo XVIII con la industrialización fue desplazada por el algodón. La industria textil (fabricación de telas) basada en el algodón fue la palanca de la primera etapa de la revolución industrial.
            ¿Por qué posee el algodón esa importancia?
            En primer lugar por su abundancia; la producción en América, India y Egipto era enorme y también se empezó a cultivar en algunas regiones de Europa. Era una materia prima barata que podía satisfacer la demanda de los sectores sociales medios que no podían pagar los altos precios de otros productos textiles.
            La creciente demanda  estimuló al producción y la necesidad de producir mayor cantidad en menor tiempo fue lo que provocó la mecanización: crear formas de hilar y tejer más rápidas para satisfacer la creciente demanda. Por eso es en la industria textil donde aparecen las primeras innovaciones técnicas significativas que dan origen a la revolución industrial.  A mediados del siglo XVIII, un carpintero-tejedor, Hargreaves, inventó un torno movido a mano, que permitía hilar ocho hilos a la vez. Arkwright sustituyó el torno por una máquina giratoria que era movida por una corriente de agua (energía hidráulica). Con la creación de la máquina de vapor de Watt, los telares usaron una nueva fuente de energía y se hizo más rápido el proceso de hilar y tejer. Pero el hilo de algodón era fino y se rompía con facilidad y se detenía la producción, hasta que  un tejedor llamado Crompton  mejoró la hiladora logrando una fibra más gruesa. Estas innovaciones podían aplicarse al algodón, fibra larga, no a la lana que era una fibra corta.
            Como se trataba de una materia prima que debía importarse, en Inglaterra se produjo una concentración  de industrias textiles en las zonas de los grandes puertos, para abaratar el transporte (aún no había ferrocarriles). En esos puertos se importaba el algodón, se industrializaba y el producto fabricado se exportaba.
            En el algodón se resumen todas las características de la primera etapa de la revolucón industrial:
1) Materia prima abundante y barata.
2) Concentración de la producción en una región reducida.
3) Renovación continua de las técnicas: uso del vapor, procedimientos “standard” (en serie), etc. El perfeccionamiento de la máquina requería empleo de menor fuerza física, lo que derivó en la utilización de trabajo femenino.
4) Importancia del comercio y el mercado como estímulos para la industrialización.
5) Necesidad de capitales. Se forman empresas cada vez mayores, tanto para fabricar como para vender los productos.
            La posibilidad de hilar y tejer más rápido permitió tener telas más baratas y por lo tanto la población pudo tener más cantidad de vestimenta (en algunos casos se puede decir que por fin tenía vestimenta y no harapos como hasta entonces). Aparte de una minoría de ricos, la humanidad no había tenido acceso a tan variados y saludables vestidos, pues el algodón se manufacturaba a bajo costo, se teñía con facilidad y se lavaba rápidamente.

             MINERIA Y METALURGIA
            Inglaterra carecía de carbón vegetal suficiente para satisfacer la demanda que originó el uso de ese combustible para las calderas de vapor. Ante la amenaza de deforestación, se vio en la necesidad de utilizar carbón de piedra (hulla o cocke) que se obtenía de minas como cualquier otro mineral. El carbón de piedra también era usado para fundir el hierro.
            Pero el hierro que se obtenía mediante la fundición con hulla no era el mejor: debido al exceso de carbono que contenía resultaba duro y quebradizo. En 1785 Onions y Cort crearon la pudelación, un procedimiento que permitía quitar carbono del hierro y obtener un metal de mejor calidad conocido como “hierro colado”. Al ser más maleable aumentó su uso y crecieron las instalaciones de fundición con altos hornos y producción a gran escala. Su fabricación se fue perfeccionando obteniendo hierro laminado, plegado, etc, lo que permitió un uso más amplio.
            En 1855 se dio una transformación decisiva con el procedimiento Bessemer que permitió pasar del hierro colado al acero. Este más resistente que el hierro lo sustituyó en la fabricación de máquinas, rieles, vigas, etc. A medida que se perfeccionó la fabricación de hierro y acero, gran cantidad de herramientas y útiles de trabajo que antes se hacían de madera, se empezaron a construir de metal. De esta manera el desgaste era menor y la precisión en su uso mayor.
            Un importante avance fue el uso de tuercas y tornillos. Estos elementos de sujeción facilitaron ensamblar, armar, desarmar y reparar piezas metálicas. La demanda de tornillos y tuercas impulsó su fabricación en serie siendo uno de los primeros artículos en ser fabricados de esa manera, estandarizándose los diámetros para tener un uso universal.
            Si la primera parte de la revolución industrial está caracterizada por la industria textil, la segunda parte se consolida con la industria del hierro y el acero y todos sus derivados (construcción de puentes, máquinas, herramientas, ferrocarriles, etc.). Hasta fines del siglo XVIII la única demanda importante de hierro provenía de la guerra; recién a fines de ese siglo comenzó, gracias a las innovaciones en su producción, a ser requerido para otras actividades. Pero fue recién a hacia mediados del siglo XIX que comenzó su apogeo. La industria siderúrgica se convirtió en el modelo de la industria moderna. En Inglaterra, en la segunda mitad del siglo XIX, las fundiciones absorbían más de la cuarta parte del vapor utilizado por la industria y empleaba casi la mitad de la mano de obra disponible. La cantidad de producción de hierro fundido y acero señalaban la jerarquía del país como potencia industrial: la supremacía de Inglaterra, la industrialización de Alemania, el crecimiento rápido de EEUU. Un consumo de hierro pequeño equivale a una red de ferrocarriles pequeña y a un transporte y comercialización primitivos.
            Por otro lado la explotación de las minas de carbón mineral generó algunos inconvenientes a los cuales había que dar solución: a mayor profundidad de las minas había que buscar formas para poder iluminar, desagotar y trasladar el carbón hacia la superficie. La solución a la iluminación se obtuvo al poder aislar una llama dentro de un tubo de vidrio impidiendo el contacto de la llama con el aire de la mina y evitando así las posibles explosiones. Para sacar el agua del interior de las galerías de las minas se recurría a las máquinas de vapor conocidas hasta ese momento que eran antieconómicas por que consumían mucho vapor. Estas máquinas mejoradas por Newcomen fueron luego perfeccionadas por Watt dando origen a la “máquina de vapor” como se la conoció desde entonces. El traslado del mineral hasta la superficie desde la profundidad de las minas se facilitó cuando se usaron rieles sobre los que se empujaban vagonetas conteniendo el material. Estas vagonetas eran empujadas por mujeres y niños cuyos cuerpos menudos podían penetrar en las galerías más estrechas. El sistema se perfeccionó cuando se usó la fuerza del vapor para tirar de las vagonetas.
            En las minas de carbón, y en la minería en general, no hubo más adelantos técnicos que los ya señalados. El sistema de extracción requería mucha mano de obra lo que provocó un considerable aumento del número de mineros. Estos constituían, por su número, uno de los movimientos obreros con más fuerza.
 
Primeras locomotoras


  

            TRANSPORTES Y COMUNICACIONES
            La aplicación de la fuerza del vapor a los transportes se hizo a través del ferrocarril. En 1814 George Stephenson creó la primer locomotora. Poco tiempo después se empezaron a extender vías para que circularan locomotoras tirando de vagones que en primer instancia se usaron para llevar mineral desde las zonas mineras a los puertos o a las fundiciones. Posteriormente se agregaron vagones para el traslado de pasajeros. En 1830 se inauguró la línea que comunicaba a Liverpool con Manchester, dos de las ciudades que se habían desarrollado debido a la industrialización. La expansión del ferrocarril fue incontenible, no sólo en Inglaterra, sino en el resto de Europa y en EEUU. 
            En ocasiones se dio una autentica “manía” de instalar vías de ferrocarril, más de las que se necesitaban y el resultado económico no siempre fue bueno aunque muchos inversionistas creían que el ferrocarril era el negocio del siglo.
Las consecuencias de la difusión del ferrocarril fueron varias:
            1) Reveló las posibilidades del progreso científico. Hasta ese momento ninguna actividad había creado tantos elementos técnicos nuevos ni había desarrollado una organización a tan gran escala. Durante mucho tiempo el ferrocarril fue la “tecnología de punta”.

Las locomotoras a vapor aumentaron su potencia y rapidez

            2) Permitió invertir grandes sumas de dinero y crear enormes empresas. Primero dentro de Inglaterra y luego fuera de esta los capitalistas encontraron la forma de obtener grandes ganancias a partir de la instalación de vías férreas. En América Latina el ferrocarril tuvo un desarrollo inusitado afirmando el dominio económico inglés en la región al facilitar la salida de materias primas desde el  interior hacia la costa. Los ferrocarriles, instalados por empresas inglesas, transportaban la lana, las frutas, los minerales, etc que se producían en América Latina hasta los puertos para ser luego embarcados hacia Inglaterra. En EEUU le permitió a este país culminar la conquista de las tierras del oeste y lograr la explotación económica de esos vastos territorios.
            3) Otorgó mayor movilidad a las personas permitiendo traslados más rápidos. Fue más fácil, rápido y cómodo ir desde la ciudad al campo, a los lugares de veraneo o a las zonas donde había trabajo. La velocidad del ferrocarril cambió el ritmo de la sociedad.
            4) Estimuló el comercio al realizar en forma más rápida el envío de mercaderías y al ser más baratos los fletes.
            5) Impulsó la producción de hierro y carbón, dos materiales básicos para el ferrocarril, uno para su construcción y el otro como combustible.
            El vapor también se aplicó a la navegación: los barcos con ruedas de paletas comenzaron a circular en EEUU. Su difusión no alcanzó el nivel de los ferrocarriles sobretodo por que los veleros rápidos conocidos como “clippers” eran muy veloces y no requerían de un abastecimiento de carbón como los buques a vapor.
            Otra revolución en los transportes se dio con el automóvil. Aunque fue creado en las últimas décadas del siglo XIX su difusión masiva recién comienza en las primeras décadas del siglo XX. El origen del automóvil estuvo en la invención del motor a explosión un procedimiento para generar energía que requería muchos menos espacio que la máquina a vapor. El problema de esta residía en que si se quería aumentar la potencia se necesitaba producir más vapor, por lo tanto se necesitaban calderas más grandes. También estaba el problema del encendido que demoraba hasta que el carbón hacía hervir el agua y transformarla en vapor. El motor a explosión solucionaba estos problemas mediante el accionar de una chispa eléctrica que encendía un combustible derivado del petróleo en el interior de un cilindro. La explosión del combustible ponía en movimiento el mecanismo que suministraba la fuerza.

El Ford-T

El trabajo de los alemanes Daimler y Benz dio como resultado el automóvil, que en sus inicios era un carro con un motor y que constituyó una novedad sólo disfrutable para una pequeño grupo de ricos excéntricos. Fue en EEUU durante las primeras décadas de este siglo que el automóvil se constituyó en un artículo de consumo masivo. La difusión masiva de su uso se debe al norteamericano Henry Ford quien concibió la idea de fabricar autos en serie que fueran lo suficiente baratos como para ser comprados por cualquier empleado. En octubre de 1908 comenzó a fabricarse el modelo T, autos muy simples y rústicos, de color negro y con bajo costo de producción y que desarrollaba un máximo de 70 kilómetros por hora. En 1927, cuando empezó la declinación de sus ventas, se habían vendido 15 millones de unidades (la mitad de la producción mundial). La organización de las fabricas Ford, donde se aplicó el taylorismo (un sistema de trabajo que racionalizaba las tareas y las piezas eran trasladadas a través de una linea de montaje a cuyos lados trabajaban los operarios evitando que tuvieran que moverse y perder tiempo) logró resultados asombrosos en la reducción del tiempo de fabricación: el tiempo de armado de un auto había bajado de doce horas a una hora y media.
            El desarrollo de la industria automotriz influyó en la explotación de nuevos materiales: petróleo, caucho, cromo, níquel, entre otros. Además modificó costumbres y obligó a trazar rutas y mejorar calles para que los vehículos pudieran circular.

El barco a vapor acortó las distancias

            En 1837 Morse inventó el sistema telegráfico por hilos a través de los cuales podían trasmitirse un mensaje que era recibido en un lugar distante. En 1844 se estableció una linea que comunicaba Washington con Baltimore. El alambre a través del que se enviaban las señales fue perfeccionado y un forro adecuado permitió extenderlo cruzando el océano Atlántico poniendo en comunicación a Europa con EEUU (1866). Ya no era necesario esperar varias semanas para recibir una noticia a través de una carta enviada por barco. Esto agilitó las comunicaciones y facilitó las transacciones comerciales. En 1876 se dio otro paso importante cuando Graham Bell patentó el teléfono. Las distancias se acortaron y todo se hacía más rápido; el mundo parecía más chico luego de los cambios introducidos por los nuevos medios de transporte y comunicaciones.
            Las distancias marítimas se acortaron con la construcción de canales: el de Suez en 1867 (que permitía pasar más rápido de Europa a Cercano Oriente y Asia sin necesidad de bordear Africa) y el de Panamá en 1914 (que ponía en contacto el Atlántico con el pacífico sin necesidad de pasar por el extremo sur de Sudamérica). A fines del siglo XIX el vapor se imponía en la navegación y el hierro se usaba para construir los cascos de los buques.
            A comienzos del siglo comienza la conquista del espacio aéreo con el primer vuelo de avión protagonizado por los hermanos Wright. El primer avión no era más que una bicicleta con motor y alas, pero fue suficiente como primer paso.

            LA ELECTRICIDAD
            La electricidad solucionó el problema que presentaban hasta el momento todas las fuentes de energía: el transporte de la energía más allá del lugar donde se producía. Los transformadores, los motores de corriente alterna y los cables de trasmisión, permitieron llevar la energía a grandes distancias; la industria pudo ser separada de los centros de producción de energía. Se pudo usar potencias diversas según las necesidades, con un sistema que funcionaba en forma limpia y con encendido y apagado instantáneo. Su aplicación fuera de los usos industriales permitió iluminar las ciudades, dar calor, etc.   

            LA INDUSTRIA ALIMENTICIA
            El desarrollo de una industria de los alimentos fue provocada por la necesidad de alimentar a una población cada vez mayor y que ya no producía lo que consumía como antes. Era cada vez más grande la gente que se iba del campo a la ciudad a trabajar en las fábricas, o en los transportes o la que trabajaba en las minas. Toda esta población consumía alimentos pero ya no podía producirlos como pasaba con la población que vivía en le campo. Debía comprarlos y para eso era necesario trasladar los alimentos desde las zonas donde se cosechaban hasta los lugares de consumo.
            El desarrollo de los transportes permitía el traslado pero ¿cómo conservar los alimentos hasta que fueran consumidos? La respuesta fueron las conservas, los enlatados y la refrigeración.
            Las conservas basadas en el azúcar se conocían desde el siglo XVII cuando se usaban para la fruta. a partir de la crisis de 1870, cuando la producción de fruta fue difícil de vender, los agricultores buscaron una forma de canalizar sus ventas de frutas y esto se hizo transformándola en mermelada. En los comienzos no se usaron muchos conocimientos científicos, pero a comienzos del siglo XX se estudió el grado de ebullición más convenientes, la cantidad de azúcar necesaria para cada tipo de fruta, etc. La mermelada se vendía en grandes cantidades, sobretodo en las zonas industriales donde era necesario algo sabroso para extender sobre el pan que fuera más barato que la mantequilla.
            Los enlatados tuvieron su origen en el experimento del  francés François Appert a quien Napoleón Bonaparte otorgó un premio que había ofrecido en 1795 para aquel que descubriera la forma de conservar mejor las provisiones del ejército francés. El procedimiento de Appert consistía en guardar alimentos en botellas de cristal que luego tapaba con un corcho poco apretado e introducía en agua hirviendo. Posteriormente  las botellas se tapaban herméticamente (tan herméticamente como era posible en esa época). En 1810 en Inglaterra comenzó a usarse el procedimiento pero en lugar de botellas se usaron latas de hojalata. Allí se estableció la primera fábrica de conservas enlatadas que suministraba sopa y carne al ejército inglés.
            En EEUU el procedimiento del enlatado se introdujo en 1819 y tuvo enorme éxito durante la guerra de Secesión. A partir de 1868 Armour desarrollo una gigantesca industria de envasado de carne en Chicago. El enlatado estuvo durante un tiempo limitado en su cantidad debido a que las latas se hacían por procedimientos manuales. Pero el desarrollo de las máquinas llevó a realizar más rápida su fabricación que terminó por automatizarse a fines de siglo.
            La refrigeración dio sus primeros pasos cuando en la década de 1830 se empezaron a patentar máquinas para fabricar hielo. Hasta ese momento el hielo se usaba para conservar pescado y tocino por un tiempo y para enfriar bebidas. Las máquinas se fueron perfeccionando a través de la investigación química de la evaporación de líquidos volátiles como el amoníaco licuado. En Australia se hicieron importantes adelantos contándose hacia mediados de siglo con máquinas que permitían vender cerveza fría. En 1873 James Harrison, un escocés que había emigrado a Australia, ofreció una fiesta donde se sirvieron pollos, pescados y carne vacuna que habían estado seis meses congelados.
            Los procedimientos para congelar permitieron el traslado de alimentos a grandes distancias sin que se descompusieran, lo que permitió abastecer a Europa de carne o fruta. En 1877 un barco refrigerado llevó desde Argentina a Francia un cargamento de carne de cordero congelado. a partir de ese momento los barcos con cámara frigorífica transportaron carne desde Argentina, Uruguay, Australia o Nueva Zelandia.

            LA PRODUCCION EN MASA Y LA AUTOMATIZACION
            El uso de maquinaria permitió fabricar más cantidad de cosas en menos tiempo. Al aumentar la demanda de productos se observó que se podían hacer en grandes cantidades (a gran escala) y de la misma manera (producción standard o masiva). Para esto se requería el uso de máquinas pero además organizar la forma de trabajar y reducir todo el esfuerzo de producción a los movimientos más simples posibles ahorrando energías y disminuyendo los costos. Cuanto más se simplificaba la tarea del trabajador más se automatizaba su trabajo.
            Los cambios técnicos en la industria textil y la aplicación de la máquina de vapor para mover los telares ya eran un paso hacia la automatización. Pero al no realizarse una planificación y organización detallada de las tareas no se avanzó mucho en la automatización de esa industria. Fue en EEUU que se dieron los avances más significativos y se desarrolló primero en la industria de armamentos. Eli Whitney, que debía entregar un importante pedido de armas del gobierno norteamericano, fabricó piezas de armas que fueran intercambiables; las piezas eran todas iguales y podían colocarse en  cualquiera de las armas fabricadas. La idea fue aplicada por la fábrica Colt para hacer revólveres (1835) y luego fue adoptada para las máquinas de coser Singer, para las cerraduras Yale y para la fabricación de máquinas de escribir.
            La automatización dio un paso importante con la difusión del uso de la cadena de producción continua o cinta transportadora que permitía trasladar el producto que se fabricaba por el interior de la fábrica pasando de una sección a la otra y donde los obreros trabajaban sobre ella sin necesidad de movilizarse. La idea de la cinta transportadora la había desarrollado a fines del siglo XVIII un molinero y  se aplicó con éxito en los frigoríficos de Chicago en la década de 1890, pero su resultado mejor fue la aplicación a la industria del automóvil por parte de Henry Ford.
            Henry Ford aplicó la cinta transportadora para el montaje de automóviles. En lugar de ser los obreros los que se movían llevando las piezas para armar cada vehículo, Ford puso a los obreros al lado de la cinta con las partes que debían ir colocando. De ésta manera el automóvil era armado a medida que avanzaba por la línea de montaje y cada obrero se dedicaba exclusivamente a realizar una tarea simplificando sus movimientos (uno colocaba los cilindros, otro el carburador, otro las puertas, etc). Los obreros debían ajustar su ritmo de trabajo al movimiento de la cinta y no podían abandonar su puesto en ningún momento porque la cinta seguía funcionando. A partir de ese momento el obrero era “una máquina más”.
            Este sistema de producción basado en la simplificación de tareas y la automatización recibe el nombre de “taylorismo” porque fue el norteamericano Frederick Taylor el primero en estudiarlo científicamente. Frederick Taylor comenzó a realizar sus estudios sobre el trabajo en una fábrica de acero donde cronometró la tarea de cada trabajador y asignó a cada uno un trabajo de acuerdo a su capacidad física, exigiendo según fuera ésta. De sus análisis sacó las siguientes conclusiones:
            1) A cada trabajador se le debe asignar una tarea específica por escrito, estableciendo el tiempo en que debe hacerla.
            2) Establecer un rendimiento standard o uniforme y no permitir que nadie rinda por debajo de él.
            3) Eliminar dentro de la empresa toda actividad del trabajador que no sea productiva.
            4) Planificar las tareas e informar a todos los trabajadores de las técnicas a usar.
            5) Dar bonificaciones a los trabajadores que lograran cumplir con las tareas asignadas.
            6) Fijar una línea de montaje que ahorre tiempo en el transporte de los materiales.
            7) Standarizar las herramientas.




           

           
           

 

ANTECEDENTES Y CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL



CONCEPTO DE REVOLUCIÓN INDUSTRIAL



Las primeras fábricas en Inglaterra

La Revolución Industrial es un proceso de cambios originado en el uso de las máquinas y de nuevas fuentes de energía para producir y que transformó tanto la cantidad como la calidad de los productos y la forma de trabajar y de organizarse la sociedad. Se la considera uno de los cambios históricos más importantes en la historia del hombre por sus consecuencias. Además de los cambios a nivel económico, provocó o aceleró otros cambios sociales, culturales y políticos. La indutrialización cambió a la sociedad urbanizándola, aumentando la cantidad de bienes disponibles y generando la necesidad de consumo, creando nuevos métodos de trabajo y, en definitiva, permitiendo al hombre un mayor dominio y explotación de la naturaleza. Estimuló la investigación y amplió el conocimiento que el hombre poseía del mundo y de las cosas que le rodeaban. También generó problemas como la miseria de la clase obrera apiñada en los suburbios de las ciudades.
La industrialización ha sido tan importante que ha marcado la diferencia entre los países desarrollados y los no desarrollados, ya que los primeros son justamente aquellos que tuvieron un desarrollo de sus industrias que los impulsó a la conquista de territorios coloniales (por ejemplo Africa) para extraer materias primas y colocar los productos industrializados. Los países industrializados son los dominadores y los no industrializados los dominados o dependientes.
Para su estudio se la divide en dos etapas: la primera etapa se desarrolló exclusivamente en Inglaterra a partir de mediados del siglo XVIII hasta mediados del XIX. La segunda etapa se desarrolla en varios países: además de Inglaterra, participan en ella Francia, Alemania, Estados Unidos entre otros. Algunos autores detienen esta segunda etapa en la Primera Guerra Mundial, otros la llevan hasta nuestros días y hay autores que sostienen que hay un tercera etapa que se da en la segunda mitad del siglo XX con el uso de la energía atómica.
Las diferencias que encuentran los historiadores entre la primera etapa y la segunda son varias. En la primera etapa la industria de punta, o sea aquella en la se producen las innovaciones técnicas, es la textil (fabricación de telas), mientras que en la segunda etapa tenemos varias: además de la textil también se desarrollan importantes cambios en la metalúrgica y la industria química (colorantes, medicamentos) y surgen la industria de los alimentos (conservas, refrigeración) y la industria automotriz. En la primera etapa las materias primas más usadas eran el algodón, el carbón y el hierro; en la segunda etapa, a esas materias primas hay que sumarle el acero, los metales no ferrosos y, a partir de los  automóviles y  los sintéticos, el petróleo. Mientras en la primera etapa las innovaciones técnicas se realizaban por parte de artesano o mecánicos que mejoraban una máquina o inventaban un procedimiento nuevo (a veces influía la suerte), en la segunda etapa los empresarios recurren a la investigación científica. Las industrias invierten dinero en la investigación: contratan investigadores y tienen laboratorios para descubrir mejores productos, producir más rápido y abaratar costos, Finalmente, en los primeros años de la Revolución industrial predominaban las empresas pequeñas, a veces eran talleres artesanales que hacían innovaciones y producían más convirtiéndose en pequeñas fábricas. En la segunda etapa los grandes costos que deben afrontar las fábricas (investigación, combustible, materias primas, salarios, etc), sólo permite sobrevivir a las más grandes. Estas grandes empresas serán las innovadoras, las que se disputarán los mercados de ventas y acumularán grandes capitales.
¿Por qué se produjo este cambio al que llamamos Revolución Industrial? Para observar sus factores o causas tenemos previamente que analizar otros cambios que se producen antes de la industrialización y que generaron las condiciones económicas, sociales y culturales para que aquella se diera. Estos antecedentes de la industrialización fueron: la revolución agrícola, la revolución demográfica y la revolución científica.


LA REVOLUCION AGRICOLA
Hasta la industrialización la mayor parte de la población, un 80%, vivía en le campo y su vida dependía directa o indirectamente del trabajo de la tierra. Campesinos y artesanos vivían y producían junto a sus familias. La familia era una unidad de consumo y también de producción: se autoabastecían de lo necesario para vivir. En general no se producía para un mercado y por lo tanto no había mayores exigencias en mejorar la calidad o la cantidad de los productos. Tampoco existía el afán de obtener ganancia con la venta de los productos.
Los bienes de producción (herramientas, utiles de trabajo, talleres, animales de tiro, etc) eran bienes de la familia, pertenecían al propio trabajador que los usaba para producir. Esos útiles de trabajo y los métodos de producción, o sea la forma en que se trabajaba la tierra o se elaboraban los muebles, vestimentas, etc, se hacían en base a la tradición y se demoraba mucho en innovar.


Con la agricultura y la artesanía se cubrían las necesidades básicas de una familia: alimento, vestido y vivienda. Como se trataba de gente que “vivía al día” se trataba de satisfacer las necesidades elementales. Se trabajaba con la luz diurna aprovechando la jornada desde la salida hasta la puesta del sol, por lo que una jornada de trabajo en verano llegaba a durar 12 o más horas. Pero el ritmo de trabajo era lento y había tiempo para el descanso. Además había muchos días en el año en que no se trabajaba (50 días festivos además de los domingos).
Una parte considerable de las tierras eran comunes, las utilizaban los campesinos para tener algunas cabezas de ganado, o había bosques de los que se extraía leña.
La producción agrícola dependía mucho de las condiciones naturales como el clima, las lluvias, etc. La alimentación con carne vacuna era escasa porque al llegar el invierno los animales se mataban porque no se les podía alimentar en la estación fría. En la agricultura se aplicaba el sistema de rotación trienal: las tierras se dividían en tres partes y se iban rotando los cultivos en ellas, dejando siempre una de las partes sin cultivar (barbecho) para recuperarla.
El cercamiento de las tierras.- Esta situación de la producción agrícola comenzó a cambiar en Inglaterra en los siglos XVI y XVII. El primer cambio va a ser la eliminación de las tierras comunes y el cercamiento de las propiedades. Los propietarios aseguraron su derecho de propiedad sobre la tierra estableciendo los límites y colocando una cerca a su alrededor. El motivo por el cual se cercaron las tierras fue la búsqueda del máximo de ganancia con su uso, ya fuera a través del cultivo o de la cría de ovejas para obtener la lana que se utilizaba para hacer los tejidos. El cerco permitía separar las tierras dedicadas al cultivo de las tierras con animales e impedía que estos invadieran y destrozaran los plantíos. Pero además la cerca aseguraba el derecho de propiedad. Los propietarios con espíritu capitalista desconocieron la costumbre, que a esta altura era un derecho dado el tiempo que se usaba, de los campesinos pobres de usar los campos comunales. Cercaron también estos los campesinos se quedaron sin lo poco que tenían para sobrevivir.
Los cultivos cuatrienales.- Otro de los cambios que se producen en los campos de Inglaterra fue el del sistema de cultivos. Desde hacía siglos se usaba el sistema de rotación trienal: los campos de cultivo se dividían en tres partes, en una se plantaba trigo, en otra cebada y en la tercera no se cultivaba nada para que la tierra descansara y recuperara sustancias minerales necesarias para mantener la producción. Al siguiente año, donde se había plantado trigo se plantaba cebada, donde se había plantado cebada no se plantaba nada y en el sector donde el año anterior no se había cultivado, se plantaba cebada. Al siguiente año se volvía a rotar y se dejaba sin plantar la otra parte del campo. Con este sistema no se utilizaba la tercera parte de las tierras.
El cambio fue la introducción de cultivo de forrajes en lugar de dejar una parte en barbecho. Así se pasó al sistema de rotación cuatrienal en el que los cultivos se seguían rotando plantando alternativamente trigo, cebada , nabos y trebol. Estos dos últimos no quitaban demasiadas sustancias la suelo y por el contrario la beneficiaban. Además el trebol y los nabos se usaban para alimentar el ganado aumentando la cantidad de animales y como consecuencia hubo mayor cantidad de abono obtenido del estiercol animal. De esta forma agricultura y ganadería se complementaban y permitieron disponer de mayor cantidad de alimentos, mejorando la calidad de vida y provocando un descenso de la mortalidad.
El sistema cuatrienal es también conocido como sistema Norfolk, nombre del lugar de Inglaterra donde comenzó a utilizarse. En esa región se dieron los primeros pasos en la revolución agrícola, no sólo en la rotación cuatrienal, sino en varios aportes como, por ejemplo, la mejora de los terrenos arenosos usando arcilla y cal. También fue en Norfolk que comenzó a difundirse el arrendamiento de las tierras por parte de los dueños a emprendedores inversionistas.
Consecuencias sociales de la revolución agrícola.-  Desde el punto de vista social la revolución agrícola significó la destrucción de la comunidad aldeana medieval. La agricultura ya no fue una actividad colectiva de campesinos sino una explotación capitalista de la tierra, donde un propietario contrataba jornaleros para trabajarla o la arrendaba a un arrendatario (que se encargaba de hacerla trabajar contratando jornaleros) y vivía con las rentas recibidas.
Este sistema benefició a los grandes propietarios que estaban en condiciones de llevar adelante los cambios. Las pequeñas propiedades tendieron a desaparecer y se concentró la propiedad de la tierra. Muchos campesinos, expulsados de las tierras que sus antecesores habían trabajado durante siglos,  se transformaron en una masa de hombres marginados que recorrían los caminos pidiendo limosna. Sobre esto escribió Tomás Moro:
“... Ocurre que un glotón, ansioso e insaciable, puede juntar miles de acres de tierra y cercarlos con una empalizada o un vallado, o mortificar de tal modo a sus poseedores, que estos se vean obligados a vendérselo todo. De un modo u otro no tienen más remedio que abandonar el campo, ¡pobres almas cándidas y míseras! Hombres, mujeres, maridos, esposas, huérfanos, viudas, madres llorosas con sus niños de pecho en brazos, allá van arrastrándose lejos de los lugares familiares sin encontrar reposo en ninguna parte. Y después que han vagado hasta comer el último céntimo, ¿que remedio les queda sino robar para luego ser colgados o pedir limosna? Pero también en este caso van a dar con sus huesos a la carcel, como vagabundos...”


A fines del siglo XV y durante todo el siglo XVI se dictaron en Europa normas para perseguir a los vagabundos y mendigos. Las leyes los trataban como delincuentes y los culpaba de falta de voluntad de trabajar. Durante el reinado de Enrique VIII, que fue cuando se empezaron a ver las consecuencias del cercamiento de los campos en Inglaterra, se tomaron las primeras medidas severas contra los vagabundos: azotes la primera vez y si reincidían se les cortaba media oreja. La tercera vez que fueran encontrados como vagabundos serían ahorcados como delincuentes peligrosos. Un estatuto del año 1547 estableció que si alguien se negaba a trabajar podía ser denunciado por cualquiera y el holgazán quedaría como esclavo del denunciante realizando las tareas que este le mandase. Los hijos del vagabundo podían ser tomados por cualquier persona y ponerlos a su servicio, los varones hasta los 24 años y las niñas hasta los 20 años. Si trataban de escapar podían ser azotados y encadenados. En Francia, durante el reinado de Luis XVI se estableció que toda persona entre 16 y 60 años, que no demostrase poseer trabajo ni profesión sería enviada a las galeras (barcos a remo).
La persecución de la vagancia y la obligación de trabajar era un manera de aumentar la oferta de mano de obra y reducir los salarios. Las fábricas que se comenzaban a instalar en las ciudades se beneficiaron con esto al recibir a cantidad de campesinos desplazados que trabajaban por un mísero salario.

LA REVOLUCIÓN DEMOGRAFICA
Hasta el siglo XVIII la natalidad era alta y la mortalidad también. Las familias tenían un promedio de seis hijos delos cuales la mitad moría antes de los quince años. El promedio de vida de un hombre era de cincuenta años y llegar a la vejez era excepcional. Esta alta mortalidad tenía diversas razones: las enfermedades que se transformaban en epidemias como la difteria, la escarlatina, la tos ferina; la falta de higiene y la mala alimentación. Los períodos de hambre que seguían a las malas cosechas también provocaban la muerte o dejaban sin defensas al organismo y una leve enfermedad podía ser mortal.
A partir del siglo XVIII se observa un crecimiento de la población europea. En las primeras décadas de ese siglo el número de nacimientos (tasa de natalidad) creció algo, debido, entre otras cosas a que la disminución del aprendizaje del trabajo artesanal favoreció los matrimonios a edad más temprana. Pero luego de 1740 la tasa de natalidad se estancó. Por lo tanto lo que hizo que aumentara la población fue el descenso de la mortalidad.
La disminución de las muertes tuvo varias causas:
- El cambio en el sistema de cultivos que permitió alimentar más ganado durante el invierno, facilitó el consumo de carne fresca durante todo el año. Además se mejoró la calidad del trigo utilizado y aumentó el cultivo de legumbres. La alimentación también se benefició con la introducción de alimentos de origen europeo que mejoraron las condiciones alimenticias y la resistencia a las enfermedades (por ejemplo la papa, alimento principal de los campesinos en muchas regiones pobres).
- Las mejoras en la limpieza personal con el uso del jabón y la ropa interior de algodón barato que permitió su uso y muda en forma más asidua.


  - Las mejoras en las viviendas con el uso de ladrillos o piedra en lugar de la madera y la paja disminuyendo la cantidad de insectos y roedores que cohabitaban con los humanos en los hogares del campo. En las grandes ciudades se pavimentaron las calles, se las dotó de alcantarillado y agua corriente y se comenzó a quemar la basura y dar adecuado entierro a los muertos (los cementerios se empezaron a ubicar en las afueras de la ciudad y no junto a la iglesia en el centro). 
- Aunque en forma lenta (por lo menos hasta la segunda mitad del siglo XIX) fue mejorando la medicina y la cirugía.
Todos estos factores prolongaron la vida de las personas y permitieron que más niños sobrevivieran y llegaran a la edad adulta aumentando para el futuro la cantidad de matrimonios. Las mejoras en las condiciones de los partos permitió que las madres sobrevivieran en mayor cantidad y podían seguir teniendo hijos. Por ejemplo en Londres a mediados del siglo XVIII moría uno de cada quince niños recién nacidos. A fines de ese siglo la cifra era de un muerto cada cientoquince nacidos.
Al aumentar la población había más mano de obra disponible y por lo tanto más barata. Y también había más bocas para alimentar, más cuerpos para vestir, etc. Por lo tanto hubo un aumento en el consumo, una mayor demanda de productos que estimuló el aumento de la producción. Fue necesario mejorar las técnicas de trabajo, inventar máquinas, aumentar las horas de trabajo para satisfacer esa demanda. 
Con la migración del campo a al ciudad,
 los pobres eran mano de obra barata



LA REVOLUCION CIENTIFICA
En el siglo XVIII continuó la revolución científica que se había iniciado en el siglo XVI y se había desarrollado en el XVII. Los hombres de ciencia rechazaban las verdades aceptadas hasta el momento por la vía de la autoridad (afirmar que algo es cierto por que determinada persona importante o influyente así lo había dicho) y buscaba una explicación racional al mundo.
Desde los comienzos de la Epoca Moderna se venía utilizando y perfeccionando el método científico de investigación basado en la observación y experimentación. Se empezó a concebir a la tierra dentro de un universo en el cual ocurren continuos cambios; esos cambios se regían por leyes inmutables que podían ser descubiertas por el hombre y explicadas a través del lenguaje matemático. Los intelectuales de la época, tal vez influidos por los comerciantes y banqueros, para quienes era necesario el orden y la precisión en los cálculos, desarrollaron el gusto por la medición y por buscar leyes matemáticas que se aplicaran a todos los fenómenos de la naturaleza. Los progresos técnicos permitieron auxiliarse de instrumentos que facilitaban la visión y medición: telescopio, microscopio, barómetro, termómetro y relojes.


En el siglo XVIII los intelectuales, entusiasmados por los descubrimientos alcanzados hasta ese momento, tenían una fe total en el progreso del conocimiento y en la ciencia. El interés cada vez mayor en el conocimiento provoca la divulgación a través de publicaciones. Se instalan laboratorios equipados con instrumentos cada vez más precisos y se desarrollan las academias y sociedades científicas, se instalan museos y jardines botánicos. Se organizan expediciones científicas para recorrer lugares lejanos y exóticos. 
Esos conocimientos, a diferencia de lo que había pasado en otras épocas históricas, no quedaron sólo en formulaciones teóricas, sino que se aplicaron a cuestiones prácticas y cotidianas. De ésta manera el conocimiento científico se aplicó a resolver problemas que tenían los técnicos y mecánicos: por ejemplo el estudio de los gases permitió construir la máquina de vapor.



CAUSAS DE LA REVOLUCION INDUSTRIAL
A) Disponibilidad de capitales, derivados en su mayoría de la expansión comercial que se venía produciendo desde dos siglos atrás. El comercio había dejado de ser un simple intercambio local o regional y comenzó a realizarse a escala mundial; durante el siglo XVIII grandes cantidades de dinero se habían acumulado en Europa, acrecentadas por la especulación con oro y plata. La abundancia de dinero que no era invertido por los capitalistas creaba un exceso en su oferta, bajando el interés que en algunos casos llegó al 3%. Esto favorecía a quienes tenían ideas para invertir y obtener ganancias pero no suficiente dinero para llevarlas a cabo. Los bancos se multiplicaron y comenzó la emisión de billetes bancarios y la utilización de cheques. No fueron los grandes financistas los primeros en invertir en las industrias sino individuos de recursos modestos.
Al principio los capitales se volcaron en las industrias domésticas, en la que el artesano era propietario de la materia prima y los instrumentos de trabajo y trabajaba en su domicilio ayudado por su familia. Luego una persona con dinero compraba la materia prima y los instrumentos de trabajo, arrendaba un edificio y contrataba artesanos para que fueran a trabajar para él. Finalmente cuando se crean maquinas y se produce en gran escala va a ser necesaria la presencia de grandes capitales que en la segunda mitad del siglo XIX darán origen a las sociedades anónimas.
B) Aumento de la demanda, provocada por el crecimiento de la población y la intensificación de las relaciones comerciales a nivel mundial. La explosión demográfica ya analizada generó un mercado de consumo dentro de Europa que estimuló a la producción: había más gente compraba alimentos, ropa, muebles, etc. Las relaciones comerciales con otros continentes permitieron ubicar productos en ellos vendiéndolos a las poblaciones locales. La independencia de las colonias españolas en América permitió abastecer a una enorme población que hasta el momento estaba obligada a comprarle sólo a España (monopolio comercial). Como en la América colonial no se había desarrollado ningún tipo de industria, se convirtió en una gran compradora de productos europeos y abastecedora de materia prima.
C) Capacidad técnica, sobretodo de parte de artesanos ingeniosos, ya que los primeros inventos no exigieron grandes conocimientos teóricos ni la intervención de científicos. Los avances en maquinarias e instrumentos se debieron a necesidades nacidas en el taller; esta capacidad técnica se gestó en un largo proceso de ensayos, búsquedas y progresivos perfeccionamientos.

¿Por qué la industrialización empezó en Inglaterra? Hubo varias razones para que ocurriera así:
a) Existían capitales acumulados por el comercio y el trafico de esclavos. Poseía colonias que le suministraban materias primas valiosas como el algodón y a las que se enviaba los productos elaborados. Los capitalistas ingleses estaban dispuestos a invertir dando oportunidad a quienes tenían emprendimientos empresariales. En 1797 en Londres había ya sesenta y nueve bancos.
b) Los impuestos eran menores que en otros países, ya que los ponía el Parlamento y en él estaban representados los hombres de negocios.
c) La existencia de hulla (carbón de piedra) y hierro en su territorio le permitía contar con dos materias básicas, una como combustible y la otra para fabricar herramientas, útiles, máquinas, rieles, etc. También tenía abundantes corrientes de agua que eran usadas para trasladar mercadería y materia prima y también para proporcionar energía hidráulica.
d) La mano de obra era abundante. El cercamiento de los campos y la desaparición de las tierras comunales había provocado emigración de mano de obra hacia las ciudades. Además, los agricultores ya estaban habituados a las tareas artesanales.
e) El régimen parlamentario asegurado luego de la revolución de 1688 y la burguesía desempeñaba un papel importante en él. Hasta la aristocracia rural se mostraba innovadora: se interesaba en las transformaciones de la agricultura y la ganadería e invertía en todo tipo de empresas.
f) La Revolución Francesa y las guerras napoleónicas favorecieron a Inglaterra que, protegida por su insularidad, pudo continuar produciendo mientras los otros países europeos se debilitaban con sus guerras. Además aprovechó que los estados de Europa estaban concentrados en sus guerras europeas, para intensificar sus relaciones con América.